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9/1/2017- El uso de transporte público durante la campaña navideña ha aumentado en 4,5 millones de viajeros, un 4,01% más con respecto a las Navidades del pasado año. La mayoría de estos viajeros utilizó el Metro, donde los viajeros aumentaron en 3,7 millones, es decir, el 82% volvió a elegir el suburbano, lo que le convierte nuevamente en el medio de transporte preferido por los madrileños para hacer sus desplazamientos.
El consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, ha hecho hoy balance del dispositivo de Navidad de los transportes madrileños, una vez finalizadas las restricciones al tráfico que el Ayuntamiento de Madrid estableció con motivo de las fiestas navideñas.
La Comunidad de Madrid, para hacer frente a los cortes al tráfico decretados por el Ayuntamiento de Madrid y al aumento de viajeros que suele haber en época navideña, incrementó los servicios en el transporte público, principalmente en Metro, donde se reforzó en un 50% el servicio en las estaciones del centro de la ciudad. Esto ha supuesto una inversión de 9,5 millones de euros, que ha permitido contar con 350.000 plazas más, que se suman a las 400.000 gracias a la incorporación de 360 nuevos maquinistas.
Durante estos días, ha sido muy significativo el aumento del número de usuarios de transporte público. Por ejemplo, el 7 de diciembre se incrementó el uso en un 20,77% en la red de Metro, Cercanías y EMT, con 715.395 viajeros más con respecto al mismo periodo del año anterior. El 5 de diciembre, por su parte, se incrementó un 19,29%, lo que significó 661.531 viajeros más, de los cuales 140.306 fueron en la zona centro.
Destaca también especialmente el 29 de diciembre, cuando el Ayuntamiento de Madrid decretó el escenario 3 del protocolo anticontaminación. Este día, el aumento fue de 282.227 viajeros más.
Protocolo obsoleto
Para Rollán, las medidas decretadas por el Ayuntamiento para reducir la contaminación han tenido nula eficacia, pese al gasto que ha supuesto para los madrileños. “Se trata de un protocolo obsoleto”, ha afirmado, “y para el que otras ciudades que lo estaban aplicando, como París, han buscado ya alternativas más eficaces, como prohibir la circulación de vehículos más contaminantes”. Rollán asimismo considera que se han establecido niveles de polución “más bajos que los recomendados por la Organización Mundial de la Salud para cortar el tráfico generando una alarma social no justificada”.