You are in:
20/10/2020- La Comunidad de Madrid ha estrenado el servicio de bus sin conductor para el transporte universitario en el campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid. Desde esta semana, el autobús autónomo recorre un itinerario circular de 3,7 kilómetros de longitud, con siete paradas en las principales instalaciones del campus.
“La innovación ha sido clave para dar respuesta desde el transporte público a los retos que ha supuesto la pandemia del coronavirus. Por eso es fundamental continuar con proyectos piloto como el de este autobús autónomo, que nos permiten poner en práctica nuevas formas de movilidad segura y sostenible que den respuesta a los retos del futuro”, ha señalado el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido.
El proyecto piloto del vehículo autónomo es fruto de un convenio firmado, el pasado mes de enero, entre el Consorcio Regional de Transportes de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid, la Dirección General de Tráfico y el operador de movilidad ALSA. Se trata del primer bus autónomo, cien por cien eléctrico, que va a realizar transporte en un entorno universitario, en tráfico abierto y dentro del sistema de transporte público de la Comunidad de Madrid.
La puesta en servicio de este vehículo estaba prevista para el mes de marzo de este año, tras realizar las pruebas de circulación en el campus. Sin embargo, fue necesario aplazarla debido a la suspensión de la actividad académica en la universidad y la entrada en vigor de las restricciones de movilidad por la evolución del coronavirus.
El autobús presta servicio desde esta semana entre las 7:15 y las 15:15 horas, con cabecera en la estación de Cercanías. El itinerario incluye parada en las facultades de Derecho y Psicología, el Rectorado, así como en la Politécnica y las residencias, entre otros puntos del campus. Todas las paradas son accesibles según los criterios de accesibilidad del Consorcio Regional de Transportes.
El bus cuenta con una capacidad de 12 personas, seis de ellas sentadas. No obstante, en cumplimiento de las medidas de prevención y seguridad frente al COVID-19, se ha reducido el aforo a 7 personas e instalado un dispensador de gel hidroalcohólico. Por seguridad, el vehículo circula siempre con un técnico que puede manejar el autobús de forma manual ante posibles incidencias y que controlará el aforo y el uso obligatorio de mascarilla.
Para facilitar la circulación del bus se ha señalizado el carril por el que discurre con una cuerda o línea continua en el eje del carril. Además, se han instalado señales de tráfico indicando que se trata de una vía preferente para el bus autónomo. Toda esta fase ha sido validada por la Dirección General de Tráfico.
El bus autónomo ha realizado pruebas de circulación por el campus universitario durante dos meses para evaluar el recorrido que realiza y hacer un mapeo del mismo. En estas pruebas también se han analizado los posibles obstáculos, de tal manera que el itinerario y las paradas se han adaptado para un funcionamiento óptimo del vehículo.
Proyectos de I+D+i
El vicerrector de Campus y Sostenibilidad de la Universidad Autónoma de Madrid, Santiago Atrio, ha destacado el papel fundamental de la universidad como motor en la investigación y la innovación para el desarrollo de modelos de movilidad sostenibles, trabajando en estrecha colaboración con instituciones públicas y privadas.
El proyecto piloto del bus autónomo brinda la oportunidad a las administraciones y entidades implicadas de estudiar todas las tecnologías relacionadas con el vehículo, así como las nuevas formas de movilidad sostenible que plantea. Estas innovaciones permitirán avanzar para aplicarlas en el futuro en otras líneas del Consorcio Regional de Transportes de Madrid, así como en otros vehículos
De esta manera, la puesta en marcha de este vehículo permite valorar las ventajas de los sistemas autónomos en entornos cerrados y hallar soluciones a las incidencias que puedan surgir. La Universidad Autónoma de Madrid presta su apoyo tecnológico e innovador para el desarrollo de distintos proyectos de I+D+i vinculados a la iniciativa.
El operador de movilidad Alsa, por su parte, es el encargado de la operación del bus, en lo que constituye la primera experiencia en España de operación de un vehículo autónomo con pasajeros en tráfico abierto, e inscribe este proyecto dentro de su estrategia de innovación para ofrecer soluciones de movilidad cada día más sostenibles y conectadas.
La tecnología que aporta el fabricante del vehículo garantiza la detección de obstáculos que permiten a este bus frenar automáticamente. Más allá de esta innovación se pretende avanzar en sistemas de comunicación del vehículo con los usuarios y sistemas que garanticen la seguridad de los programas operativos del autobús para avanzar en la protección ante posibles ataques informáticos de dichos sistemas de geolocalización.
Otro de los puntos de estudio será la integración de las diferentes tarjetas en un único sistema de validación. Éste es el caso de la tarjeta de transporte público con las de identificación de alumnos y profesores. A todo ello se añade la experiencia de los usuarios y sus valoraciones sobre seguridad, fiabilidad, reducción de la contaminación, etc.